El arte debe habitar un lugar onírico, más allá de las barreras sensoriales. Nuestra percepción del arte entra por los sentidos, los ojos, los oídos. . . , pero su comprensión habita en el corazón, no en el intelecto. La función del arte es de abrirnos puertas a un lugar fuera de nuestra experiencia, un lugar donde reina la belleza.

Fue con esta premisa, y el sueño de promover un arte de conciencia que trascendiera modas, tendencias o políticas regionales, que en 1982 nace en San Francisco, California, la Michael Dunev Gallery. Un viejo tórculo heredado en 1991 impulsa la inauguración de Aurobora Press, un laboratorio de arte dedicado al monotipo, que desde un pequeño estudio ajardinado produjo trabajos extraordinarios de artistas invitados. En 1993 se incorpora un socio y Aurobora se traslada a la antigua estación de bomberos de Natoma Street, detrás del recién inaugurado Museo de Arte Moderno de San Francisco (SFMoMA). A lo largo de los años, a medida que evolucionaba la demanda de espacio, la galería tuvo presencia en varios lugares de la ciudad hasta el cambio de siglo, cuando cerré la galería, vendí mi interés en la prensa y me mudé a España inaugurando un centro de arte contemporáneo en la villa medieval de Torroella de Montgrí.

Durante los siguientes dieciocho años, Michael Dunev Art Projects organizó exposiciones periódicas de arte contemporáneo español e internacional, organizó residencias de artistas por invitación y ofreció un servicio integral de asesoramiento artístico, al tiempo que se ganó una reputación duradera por mostrar obras destacadas de artistas consagrados y emergentes.

En septiembre de 2017 cerré la galería, culminando así un viaje extraordinario de treinta y seis años montando exposiciones. La oportunidad de poder trabajar haciendo lo que más me gusta ha sido indescriptiblemente enriquecedor y agradezco haber podido aportar una modesta contribución al tapiz cultural de nuestra comunidad. Ha sido un honor contar entre mis amigos más cercanos a muchos de los artistas con los que he trabajado durante tantos años y mantengo una deuda de gratitud con aquellos apasionados coleccionistas cuyas adquisiciones han mantenido la galería y cuya amistad siempre voy a valorar.